Cuando apenas estaba adentrándome en el mundo del cuidado de la piel, sentía que el toner no era tan importante como algún otro producto de mi rutina y por eso me rehusaba a utilizar uno. La verdad, es que me iba bien con el agua de rosas y no consideraba que era necesario añadir otro paso más a mi rutina (esto fue hace MUCHO tiempo, como deben imaginar). Sin embargo, hoy en día me arrepiento de no haber adquirido uno antes; ya que desde que lo incorporé en mi régimen presencié rápidamente un cambio en mi piel: en general, estaba más uniforme, menos texturizada y mucho más sedosa.

    Esto me llamó muchísimo la atención, ya que una de las funciones principales del tóner, además de proporcionar hidratación, es balancear el pH del rostro; y es aquí en donde empecé a indagar y a descubrir la importancia de una piel balanceada y de los productos que favorecen este estado.

Primero, ¿qué es el pH y cuál es el balance ideal?

    La escala de pH es una escala numérica (generalmente entre 0 y 14) que determina cuán ácido o cuán alcalino es una formulación. Un pH neutro es 7; considerando cualquier número inferior a éste ácido y cualquier número superior a éste alcalino.

    Siguiendo con la teoría, hablemos del manto ácido (les prometo que valdrá la pena conocer sobre todo esto).

    La piel está naturalmente protegida por una película delgada sobre su superficie denominada manto ácido. Esta capa compuesta principalmente por ceramidas y sebo, además de actuar como una barrera protectora contra las bacterias, los virus y otros contaminantes, también mantiene la humedad y el líquido, reteniendo los niveles de hidratación en el rostro.

     Ahora pensarás, ¿qué tiene que ver una cosa con la otra y en qué me va a ayudar todo esto a conseguir mi glass skin?

    Verás… la piel, como cualquier otro órgano del cuerpo, trabaja óptimamente en sus condiciones ideales. Cuando el pH del manto ácido está equilibrado, es capaz de protegerse mejor; mientras que, por el contrario, puedes experimentar brotes, producir exceso de grasa, sensibilizarte e irritarte. Esencialmente, estás dejando tu rostro desprotegido sin la capacidad de defenderse de los agentes externos y las bacterias malas que pueden multiplicarse en condiciones alcalinas. Es por ello que la piel debería poseer un pH más ácido, posicionándose entre 4.2 y 5.6 en la escala numérica (el ideal es 5.5).

¿Por qué es importante mantener un pH ideal y qué lo afecta?

    Como lo mencioné anteriormente, cualquier desviación (ya sea de un pH demasiado alcalino o un pH demasiado ácido) va a perturbar el ecosistema de la piel y va a traer consecuencias. Si sientes que tu piel está demasiado roja, demasiado seca, demasiado grasa o básicamente cualquier extremo anormal, lo más probable es que se encuentre desbalanceada.

    Ahora, ¿qué afecta exactamente el pH? Básicamente cualquier cosa. Sé que no suena esperanzador, pero cualquier producto de tu rutina como los jabones, los humectantes, los tonificadores, entre otros, pueden afectar la piel; así como también factores externos tan básicos como el agua que usas para lavarte el rostro. Cualquier cosa que entre en contacto con su piel va a terminar afectándola. Entonces, ¿QUÉ HACEMOS?

Cómo Mantener un pH Balanceado

    ¡Ajá! Llegamos al punto.

    ¿Tenemos que estar pendiente del pH de todos los productos que utilizamos para tener una piel saludable? Obvio no. Solo dos son clave: el limpiador y el tónico.

    El tema con el limpiador es medio personal. La mayor parte de los limpiadores son medianamente alcalinos porque de esta manera pueden remover las impurezas con más efectividad. ¿No te ha pasado que después de lavarte la cara, sientes una sensación de limpieza extrema, al punto de que sientes el rostro seco y tirante? Bueno, eso es porque estás utilizando un limpiador con un pH muy alto.

    Sin embargo, esto no quiere decir que vas a demonizar todos los jabones de la vida; sino que tienes que analizar cómo se siente tu piel después de usarlo. Si tu piel se siente limpia pero hidratada, esta bien seguir usándolo.

    Ahora bien, si sabes que estas utilizando un limpiador alcalino (el Cetaphil tiene un pH de 6.8, por ejemplo) lo más recomendable es utilizar (sorpresa) un tónico que balancee tu rostro. Tal y como mencioné al principio de este artículo, el tóner es la fundación en la cual se construye una piel equilibrada. Mi favorito sin duda alguna es el Acwell Licorice pH Balacing Cleansing Toner que tiene exactamente un pH de 5.5.