Desde hace un buen tiempo, muchas personas empezamos a tomar consciencia sobre aquello que nuestro cuerpo consume a diario, poniendo a prueba no solo la calidad de nuestra alimentación, sino de lo que nos aplicamos en nuestra piel. A finales del 2017, la compañía de información global NPD Group publicó que entre el 40 y el 50 por ciento de las mujeres buscan activamente ingredientes naturales u orgánicos en sus productos para el cuidado de la piel; priorizando aquellos libres de fragancias, parabenos, ftalatos, sulfatos y gluten.

    Parece haber una percepción generalizada de que los productos de belleza natural son de alguna manera inherentemente mejores que los productos sintéticos; idea concebida por las grandes casas de marketing al mando de las campañas pro-natural. Sin embargo, esta creencia no tiene una base objetiva o una legitimidad científica. La realidad, es que existen muchísimos ingredientes naturales y orgánicos que tienen efectos perjudiciales en la piel y, por el contrario, existen muchos ingredientes sintéticos que funcionan increíblemente. Entonces, ¿qué debemos hacer?

Primero lo primero, ¿qué significa que un producto sea natural o orgánico?

    Bueno, es complicado: es una mezcla entre “nada” y lo que las marcas quieran que signifique. Para la oficina de Cosméticos de la Administración de Drogas y Comida de USA (FDA por sus siglas en inglés) no existe una legislación sólida que impida que una marca coloque un árbol gigante en su etiqueta seguida de la palabra “natural” al menos de que sea una estrategia “engañosa.” Esto quiere decir que cualquier marca (léase cualquier) puede utilizar los términos “natural”, “vegano” y “verde” sin ningún problema. Por otro lado, el sello “orgánico” si está levemente regulado por el Departamento de Agricultura de USA (USDA), confirmando que los ingredientes de los productos en cuestión están libres de pesticidas sintéticos, fertilizantes u otras sustancias no orgánicas.

¿Que sea orgánico o natural significa que es más seguro para los consumidores que aquellos productos con ingredientes de otras fuentes?

    Como lo pudiste haber deducido hasta ahora, no. La directora de la Oficina de Cosméticos de la FDA Linda M. Katz estableció en una entrevista con el New York Times que “los consumidores no deben asumir necesariamente que un ingrediente o producto ‘natural’ u ‘orgánico’ posee una seguridad inherente en comparación con una versión químicamente idéntica del mismo ingrediente.” De hecho, Katz asegura que los ingredientes naturales pueden ser más difíciles de preservar contra la contaminación y el crecimiento microbiano que las materias primas sintéticas.

    De igual forma, muchas plantas o ingredientes sean o no de cultivo orgánico, contienen sustancias que pueden ser tóxicas o alergénicas. Es por ello que es sumamente importante que no se interprete el sello orgánico como una prueba verídica de su eficacia y seguridad.

Entonces, ¿QUÉ DEBEMOS HACER?

    Mi intención con este artículo no es aterrorizarlos y obligarlos a arrojar todos sus productos naturales a la basura. El objetivo principal de todo esto es que la vida tiene que ver con el equilibrio y esto no exceptúa nuestras rutinas de belleza.

    Hay muchos ingredientes excepcionales que son naturales y tienen investigaciones sólidas que demuestran cuán beneficiosos son para la piel; como lo es el caso del aceite de jojoba, el aceite de tamanu, té verde, entre otros. Pero también existen muchos ingredientes sintéticos como el retinol, la niacinamina y los péptidos que tienen efectos increíbles con el uso regular.

    Es importante primeramente conocer nuestro tipo de piel e identificar nuestras afecciones o problemas a mejorar. Luego, investigar acerca de los ingredientes que se adaptan y benefician en su mayoría a lo establecido anteriormente. Por último, indagar acerca de los productos cuyas formulaciones contengan estos ingredientes y probar que tan efectivos son tratando tu piel (sean naturales, orgánicos o sintéticos). El cuidado de la piel es, en su mayoría, ensayo y error; pues cada piel es distinta y presentamos reacciones diferentes a diversos tratamientos.

    Si decides utilizar productos naturales, ten en consideración el empaque. Lo ideal es que compres productos envasados en empaques oscuros que impida la exposición de al luz y que sean sellados (no en frascos, por ejemplo) para que no se contaminen con el tacto o el aire. De esta manera, obtendrás el mayor beneficio de los ingredientes naturales.