Como todos los años, me encuentro observando cada pasarela con el propósito de analizar el mensaje oculto detrás de cada prenda, silueta y estampado. Este análisis perenne, me ha permitido descubrir tendencias y estilos que con el tiempo aparecen y desaparecen, pero algo siempre es seguro: las modelos siguen siendo un punto de controversia y fascinación.

     Estamos en un momento brillante en el que la moda celebra la individualidad y mantiene conversaciones abiertas sobre la diversidad racial y la fluidez de género. Rihanna, por ejemplo, demostró con su colección progresiva para Savage x Fenty que en una época definida por la inclusión y la positividad corporal, la fórmula de la sensualidad no la define un cuerpo perfecto. Sies Marjan por el otro lado, destruyó la barrera de la edad y presentó su colección con modelos de todas las edades, estableciendo que “su ropa es para la gente común”.

     Entonces, no puedo evitar preguntarme, ¿será la pasarela la plataforma ideal para cambiar la industria y con ella, la percepción que tenemos de la belleza?

     Es importante que los diseñadores presenten colecciones inspiradas en activismo, con mensajes socialmente conscientes que apoyen la solidaridad y el empoderamiento; pero esta  no es una solución individual para la histórica exclusividad en la pasarela y en los medios de comunicación. 

     Cuando la diversidad es limitada, solo se muestra una minúscula representación de una cultura o etnia que dicta la ya estrecha percepción de “belleza” en la sociedad. Esta mentalidad, no solo no cuenta con una visión amplia del panorama social, sino que simplemente es una mala estrategia para los negocios.

El 44.2% de los millennials se identifican como parte de una raza minoritaria o grupo étnico. El 75% de la fuerza de trabajo son millennials. Esto significa queal no ser más inclusivo, estas dejando por fuera a la audiencia que va a mantener a flote tu marca.

«Savage x Fenty es sobre lo que esperamos ver en el futuro. Mujeres celebradas en todas sus formas, tipos de cuerpos, razas y culturas”

     Lo que me lleva de vuelta a mi punto: la diversidad es una acción y la inclusión es cultural, pero el sentido de pertenencia es un sentimiento. Todos queremos sentir que estamos siendo representados, que existe una retroalimentación positiva con la sociedad que nos brinde la seguridad emocional de que importamos, de que valemos. Si el cambio debe comenzar en algún lado, ¿por qué no en la industria de la moda, sabiendo que la beneficia? ¿por qué no podemos crear un mundo en donde el diseñador de la bienvenida y realmente se adapte a las mujeres que visten sus diseños?

     Rihanna le dijo al New York Times que el concepto detrás de Savage x Fenty era sobre “lo que esperamos ver en el futuro. Mujeres celebradas en todas sus formas, tipos de cuerpos, razas y culturas”. Después de todo, ser inclusivo en los medios no se trata de diversificar, se trata de normalizar para reflejar con precisión el mundo en el que vivimos.